domingo, 28 de diciembre de 2008

NOTAS SOBRE EL FONDO DE INVERSIÓN PÚBLICA EN EL ÁMBITO LOCAL




La superación de la crisis económica en la que estamos inmersos, exige decisiones rápidas y decididas. En este sentido, no puede decirse que el gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero se haya quedado quieto, puesto que ya se ha producido una desgravación de 400 euros en el IRPF, dirigida a los trabajadores y autónomos, y se ha reducido el tipo del impuesto de sociedades, para favorecer la liquidez de las empresas; otras medidas, como la supresión del impuesto de sucesiones, están también en la cartera.

En este contexto, la inversión pública también aparece como opción preferente para la reactivación de la economía y el Gobierno central mueve ficha en este sentido, de forma decidida, y dando su merecido protagonismo a los Ayuntamientos y demás entidades locales como las Administraciones más cercanas a los ciudadanos y las más capaces de conocer las necesidades básicas de la sociedad. Además, esta decisión no hace sinó corroborar la apuesta municipalista de la que siempre hemos hecho gala los socialistas.


A pesar de ello, a nadie se le escapa que las Administraciones locales han sido históricamente las menos favorecidas a la hora del reparto de los dineros públicos.


Ahora se modifica esta situación ya que, dentro del marco general del Plan de Estímulo de economía y empleo, se ha dictado el Real Decreto 9/2008, por el que se ha creado un Fondo de Inversión Pública en el ámbito local, dotado de 8.000 millones de euros, con el objetivo de financiar obra pública de nueva planificación, para que se genere ocupación y más actividad en las empresas.

Y, de este Fondo, -que se distribuirá en relación al número de habitantes de cada municipio-, unos 44 millones de euros corresponden a la ciudad de l’Hospitalet.

La importancia fundamental de estas medidas no es tanto su montante económico, como que van directamente dirigidas a la economía real y buscan favorecer, de forma efectiva, la creación de nuevo empleo; así, de forma resumida, se puede destacar lo siguiente:

- Son inversiones finalistas, dirigidas a financiar obras de competencia municipal y que no estén previstas en los presupuestos municipales para el año 2009; es decir, han de ser obras nuevas, lo que supone una inyección de recursos nueva y directa en las arcas de los Ayuntamientos.
- Entre los tipos de obras que se incluyen en esta financiación, se encuentran las de construcción o mejora de espacios y edificios públicos; supresión de barreras arquitectónicas; mejorar la seguridad vial; promoción, construcción o mejora de edificios sociales, sanitarios, educativos o deportivos; impulso medioambiental o energético; etc.
- El importe máximo de cada proyecto se fija en 5 millones de euros, con lo que se busca que los recursos de diversifiquen en varios proyectos distintos en cada ciudad.
- Las obras han de iniciarse de forma casi inmediata y acabarse en el plazo de un año; concretamente, habrán de comenzar durante los cuatro primeros meses de 2009 y habrán de finalizar, salvo casos excepcionales, durante el primer trimestre de 2010.
- En la valoración de los proyectos a financiar, tendrán preferencia aquellos que representen mayor contratación de trabajadores en paro.

Tampoco se debe olvidar que, si en este momento es posible implementar el Plan de estímulo de la economía y empleo, -en el que se inserta el Fondo de Inversión Pública en el ámbito local-, lo es porque el gobierno socialista ha mantenido durante estos últimos años una rigurosa política económica y de endeudamiento. No en vano, el montante total del Plan (11.000 millones de euros) equivale a un 1,1% del PIB español.

En definitiva, este paquete de medidas supone una apuesta valiente por atacar de frente a la crisis, ofreciendo soluciones para atajar la sangría que supone el paro en sectores como la construcción y para mejorar la liquidez de las pequeñas y medianas empresas.